Aranda de Duero

La Historia de Aranda de Duero comienza tarde para lo que es habitual en la zona, porque se remonta al siglo X, con la repoblación cristiana después de la conquista. El nombre del municipio significa "vega amplia" y del río toma el sobrenombre de Duero. Aranda consigue identidad propia a partir del siglo XIII, fecha en la que depende de Sancho IV, de la corona de Castilla. Durante el reinado de Pedro I el Cruel y Enrique IV sigue obteniendo privilegios gracias a su pertenencia a la corona.
En lo siglos XV y XVI, la villa adquiere un gran esplendor, hecho que se demuestra con los imponentes edificios que se construyen en la época, como la portada de la iglesia de Santa María o numerosas casas señoriales.
En el siglo XVIII, durante la monarquía de los Borbones, Aranda de Duero se consolida como villa de realengo. En este siglo y en el siguiente, con la incipiente tradición agrícola y vinícola y con la construcción del ferrocarril, la zona reactiva su economía y adquiere un importante renombre a nivel nacional.

Abajas

Abajas estás situada en el partido judicial de Briviesca, en una zona del transición del Páramo a la depresión de los ríos Homino y Oca , a tres cuartos de legua del Camino Real de Burgos a Bercedo, hoy carretera de Burgos a Villarcayo.
Abajas, cuyo significado exacto no nos aclaran los especialistas, es una Villa nacida entre los siglos IX y X, en aquella repoblación que se operó tras la conquista de Poza de la Sal y de Pancorbo y la Fundación de Burgos y de Ubierna ( año 884 ). Parece que en éstos pagos la nueva colonización se activo con eficacia, pues en el actual término de Abajas hallamos otro cuatro poblamientos en los siglos altomedievales. En la primera organización del territorio, Abajas fue asignada a la merindad de La Bureba y, dentro de ella , al alfoz de Poza de la Sal.
La primera mención que tenemos de Abajas es un documento guardado en el monasterio de San Millán de la Cogolla del 6 de julio del año 1068 por el que el noble navarro Don Aznar Sanchez y su esposa Gontroda donan a éste monasterio una importante serie de bienes situados en pueblos de ésta comarca, en Moscadero, Carcedo, Castil de Lences , Arconada, Bárcena y Abalgas, que así decian a Abajas. En éstos años La Bureba estaba bajo la autoridad del rey de Navarra por voluntad testamentaria de Sancho III (1035 ).
Otra mención leeemos en el año 1094 por la que sabemos que doña Mayor obsequia al obispo de Burgos, don Gómez, una partida de bienes heredados de su abuelo Rodriguez Gonzalez, en la villa de ablias , otra lectura del nombre de Abajas. Este documento se conserva en la catedral de Burgos. A mediados del siglo XII, 14 de febrero del año 1150, el emperador Alfonso VII dona la villa de Cernégula, al monasterio de Qintanajuar y hace referencia a sus lindes con la villa de Avagiis, que es Abajas.
Por los campos de ésta villa debía haber una gran actividad , pues hallamos referencia a cuatro poblamientos que fueron absorbidos por Abajas, aumentando así la extensión de su término a más de tres mil hectáreas. Uno de ellos apollado más bien en la tradición, señala en el pago del LLanazo, 2300 mts., al Sur de la Villa, la existencia de un poblado cuyos restos llman hoy Los Corrales. Otra población fue San Pedro de Cañucar, situado a 1800 mts. al S.O., camino de Hontomín; está documentado en el monasterio abandonado de Santa Maria de Rioseco que tubo su primer emplazamiento en las alturas de Quintanajuar.
Nava permanece viva en sus despojos a 2300 mts. al S.E., en el camino que lleva a Valdearnedo, al lado del valle de Nava, pero en el punto que hoy dicen Los Morocales. Se cita en Diciembre de 1245, en el documento por el que el abad de Oña, cede a Don Fernando González, la hacienda que posee en Nava, en Quintanilla y en Abajas. Por último Qintanilla de Abajas, situada a 1500 mts. al S.E., en el pago llamado La Calzada y cerca de la llamada Fuentequintanilla. Se cita en documento de Oña, del año 1125.
La mejor señal de vida que nos ofrece Abajas de su vida y prosperidad de los tiempos pasados, es su iglesia parroquial señora de éstos valles. Ante éste monumento, autentico bien cultural, hemos de empezar reconociendo la fuerza de decisión del concejo, a principio del siglo XII, de sustituir la primitiva y sencilla iglesia de la repoblación por otra de acuerdo con las nuevas tendencias artísticas y las posibilidades economicas de la Villa.
Para ello, los vecinos buscaron a uno de los mejores maestros del arte románico que labraban iglesias en La Bureba y en la cuenca del río Homino, según apreciamos todavía. Aunque en aquellos tiempos los módulos económicos eran distintos de los de ahora, hemos de suponer el esfuerzo de arrncar la piedra, trasladarla y labrarla. Igualmente el maestro y sus oficiales trabajaron con gusto y mimo. El maestro de Abajas fue un espiritu sútil, que aprendio su arte de otros maestros que, probablemente sea uno el que trabajó y construyó el claustro y la iglesia Románica de Silos.
Este no es el lugar idoneo para analizar en el plano artístico la obra realizada en Abajas. Ya se ha hecho por calificados autores. Aquí interesa evidenciar la valentía de un pueblo embarcandose a construir un templo dedicado a su fé cristiana, más que al de su economía; pero el éxito ahí está y cada año son mas los visitantes que amiran la perfección de su Portada, ábside, capiteles y arquivoltas de la iglesia de Santa María La Mayor.
La vida fue dejando siglos en la historia de la villa. No es dificil seguirla en los datos de los archivos y en los apellidos de algunos de sus vecinos. El ciclo de las cosechas y de las estaciones, las fiestas religiosas y las ferias y mercados de Poza y Briviesca, marcaban la vida pacífica y sosegada de sus habitantes. Nunca fueron muchos. En el último censo del siglo XVI ( 1591 ) eran 17 vecinos ( 60/70 almas). En el siglo XVIII de mantenían en el realengo, esto es en la administración del Rey,, sin intermediarios, formaban la cuadrilla de Los Rojas en la merindad de La Bureba.

El siglo XIX trajo algunos cambios: En 1843, en la reorganización de España, Abajas es un Ayuntamiento con la pedanía de Bárcena. Reune entonces 123 habitantes, labriegos, pastores y tejedores de lana y lino. Funciona una escuela para niños y niñas y su maestro era puriempleado, ya que ejercía de Secretario municipal, Sacristán y artesano.
Manaiene su indepencia concejil y en 1900 su población asciende a 263 personas; y en 1950 son 208 habitantes.
Los cambios agricolas, sociales y económicos, de la segunda mitad del siglo XX han afectado a Abajas, pero no al espíritu de sus gentes, como se ha puesto de manifiesto en la defensa de sus intereses y de su intento municipal ante el intento avasallador del Ayuntamiento de la ciudad de Burgos de convertirlo en vertedero de basuras. Piensan los vecinos que nada puede suceder sin consentimiento de los vecinos.